El pesebre
Navidad. Miro la escena de la natividad tallada, donde están los pastores recién llegados al pobre establo de Belén. Incluso los Reyes Magos con largas túnicas saludan al poderoso Rey del mundo. Paz en la ficción y en el silencio de figuras de madera: aquí están los viejos del pueblo, la estrella que brilla y el burro azul. Paz en el corazón de Cristo por siempre; pero no hay paz en el corazón del hombre. Incluso con Cristo y son veinte siglos, el hermano arremete contra su hermano. Pero, hay quienes escuchan el llanto del bebé que luego morirá en la cruz entre dos ladrones? (Salvatore Quasimodo)
Queridas hermanas,
jóvenes que viven en nuestras comunidades
para aprender con nosotras a ser discípulas de Jesús Maestro, Camino, Verdad y Vida,
Amigas y Amigos de Jesús Maestro con quienes colaboramos en la misión de la Iglesia,
se acerca la celebración de la Natividad del Señor en la Carne y el comienzo del Año Nuevo.
En palabras de un poeta italiano, que contempla el pesebre
y se pregunta sobre el mensaje de paz, que sigue sin ser escuchado en el mundo,
les deseo una Santa Navidad y un Feliz Año Nuevo.
Con el deseo de que en este año, en el que celebramos el Jubileo,
en el centenario de la fundación del Instituto, cada una contribuya a hacer auténtico
el mensaje cantado por los ángeles en la gruta de Belén:
“Gloria a Dios en las alturas, y paz en la tierra a los hombres que ama el Señor.”
¡Feliz Navidad y Año Nuevo,
a cada una de ustedes, a sus familias y a todos sus seres queridos!
Sr. M. Micaela Monetti, superiora general