¡LA PASCUA DE RESURRECCIÓN
VIENE CON EL REGALO DE LA ESPERANZA
Y PAZ!
QUERIDAS HERMANAS Y JÓVENES EN FORMACIÓN…
Incluso en la oscuridad más espesa brilla la estrella de la mañana: “Nuestra esperanza se llama Jesús”, dice el Papa Francisco; Él ha atravesado nuestros miedos y nuestras debilidades y nos despertó a la vida, transformando nuestro luto en danza. ¡Hagamos la Pascua con Cristo!
Con Él el mal ya no tiene poder, el fracaso no puede impedirnos empezar de nuevo, la muerte se convierte en paso para el comienzo de una nueva vida. Porque con Jesús Resucitado ninguna noche es infinita; e incluso en la oscuridad más espesa, en esa oscuridad brilla la estrella de la mañana.
En esta Pascua nos convertimos en una Congregación que, con la Iglesia, corre para anunciar la alegría del Evangelio, como las mujeres que corren para anunciar a los demás la alegría de la Resurrección. La alegría de la Pascua no hace quedarse quietos, sino que hace correr. Las mujeres no hacen cálculos, no miden las palabras, tenían fuego en el corazón para llevar la noticia, el anuncio: “¡El Señor y Maestro ha resucitado!”.
¡Es hermosa una Congregación que corre con la Iglesia por las calles del mundo! Con el deseo de llevar a todos la alegría del Evangelio. Estamos llamadas a esto: a experimentar al Resucitado y compartirlo con los demás; para hacer rodar esa piedra del sepulcro, para difundir su alegría en el mundo. ¡Cristo ha resucitado!
Cantemos Aleluya con la fe de toda la Iglesia: ¡Cristo nuestra verdadera esperanza ha Resucitado, Aleluya!
Hna. M. Bernardita Meraz Sotelo
y hermanas del Gobierno General