La Delegación de las Pías Discípulas del Divino Maestro de España, nos hemos reunido, como ya desde hace años de las cuatro comunidades, en diciembre de 2017, en Madrid, para celebrar los jubileos de consagración de las Hermanas y reflexionar en torno a un tema de particular interés, según las indicaciones y necesidades de la Congregación y de la Delegación, de la Iglesia local y de la sociedad.
Este año 2017 el tema era obligado, por ser la primera “Asamblea anual de nuestra Delegación”, después del 9º Capítulo General.
Se ha tomado en particular, como en toda la Congregación, la 2ª llamada del mismo Capítulo:
“Hemos sentido la fuerte llamada a ser signo y profecía en un mundo multicultural, siempre más interconectado e interactivo. (…).
Valorando más los recursos existentes, deseamos encaminar un proceso de discernimiento con etapas que impliquen a todas, para una reconfiguración geográfica. Percibimos la necesidad de orientar recursos humanos, financieros y estructurales hacia un nuevo diseño, en sintonía con la eclesiología de comunión, para el crecimiento de los miembros y el desarrollo de la misión”.
Acompañó el Encuentro, en la parte técnica con vistas a la actuación de la “llamada capitular”, la hermana Marian Murcia de las Religiosas de la Sda. Familia de Burdeos, con experiencia en su relación con otras Congregaciones e Institutos Internacionales. Nos alegró también de manera particular la presencia de las hermanas del Gobierno general, sor Mª Lidia Awoki y sor Mª Giovanna Colombo.
Las sesiones de trabajo fueron intensas y bien conducidas. Se desarrollaron en un ambiente de serenidad y deseos de mutua colaboración, movidas todas por la común “pasión por la misión, con atención a los signos de los tiempos”.
En concreto, nos hemos centrado sobre tres puntos más urgentes:
- El funcionamiento de los tres Centros de Apostolado Litúrgico
- La atención a las hermanas mayores.
- La Formación carismática y colaboración con los laicos
Las actuaciones concretas exigen tiempo en un “proceso de discernimiento con etapas” que nos verá implicadas a todas, animadas sinceramente por la voluntad de “ofrecer a todos la vida de Jesucristo, por medio de nuestra misión eucarística, sacerdotal, litúrgica”.