PDDM México: Iniciamos la Asamblea haciendo el análisis de la realidad de nuestro país en forma global, local y personal. Constatamos nuevamente que vivimos en una cultura de violencia, corrupción e impunidad que nos invita a responder personalmente desde la fe, acogiendo los clamores que nos duelen y que nos impulsan a solidarizarnos con el pueblo de Dios empobrecido, marginado y excluido. Queremos humanizar nuestra realidad con una mirada samaritana. Para esto nos ha ayudado poner en práctica un processo de diagnóstico iluminando la realidad de nuestra Provincia.
El resultado del Diagnóstico que nos presentaron nuestras Hermanas Ma. Bernardita Meráz y Ma. Susana Cano nos ofrece pautas concretas, con la “cajita de herramientas” para revitalizar y potenciar nuestra vida fraterna y misión en la Iglesia. Vemos la urgencia de salir de nuestra “zona de confort” para despertar nuestro deseo profundo de transformación y renovación, para dejar fluir la vida nueva del Evangelio. Solamente así podremos comunicar a la realidad de la Iglesia y del mundo el “vino nuevo” de la vida cristiana.
Durante la Asamblea, nuestra Hna. Ma. Sara Beatriz Serrano, Superiora Provincial nos compartió la experiencia internacional realizada en Roma en el mes de abril con la visión global de la Congregación y con particular atención a nuestra misión en el Vaticano. Todas nos sentimos involucradas en el proceso de rediseñación del 9º. Capítulo general.
En su relación, nuestra Hna. Ma. Angélica López, Ecónoma Provincial nos presentó la realidad económica de la Provincia para conocer, reflexionar y decidir juntas nuestro rumbo. El Evangelio nos invita a la gratuidad y a renovar la mística del apostolado, “por Quien lo hago”: Jesús Maestro presente en nuestros diferentes destinatarios. La lluvia de ideas fue grande y ahora esperamos, con la gracia de Dios, dar gotitas del vino nuevo.