El tercer Capítulo general se celebró del 21 de marzo al 3 de mayo de 1981 en la nueva sede de la Casa general PDDM en la via Gabriele Rossetti 17, Roma.
En este evento se elaboraron las “opciones prioritarias” sobre los temas referentes a: la espiritualidad, el estilo de vida de la PD, la renovación de la vida comunitaria, la promoción vocacional, la formación integral, la renovación apostólica, el sentido de la pobreza paulina. Un tema este último, que anticipa de veinte años la reflexión del 8º Capítulo general, haciendo emerger la necesidad de ser iluminadas más profundamente sobre “el sentido de la pobreza paulina” en las cinco funciones indicadas por el Fundador.
Entre las decisiones tomadas por el Capítulo estaban: la preparación del texto de las Constituciones, habiendo concluido el tiempo ad experimentum iniciado después del Concilio Vaticano II, en base a las disposiciones de la Iglesia, teniendo en cuenta cuanto se había tratado en el Capítulo. Además se introdujeron los reglamentos para la erección de las provincias y delegaciones, la constitución de un Centro de Coordinación para el apostolado; el cambio de mandato para el Gobierno general: de 12 años a 6. Se reafirma cuando se había pedido en el Intercapítulo y que fue concedido por la S. Congregación de los Religiosos e Institutos seculares: el noviciado durará dos años (cf. Actas del III Capítulo general 1981, p. 92).
En el Tercer Capítulo general es elegida Superiora general la Madre M. Tecla Molino. El gobierno es completado con la Vicaria general Madre M. Immacolata Parrotta; las consejeras Madre M. Clelia Arlati, Madre M. PierCarla Consonni, Madre M. Tiziana Dal Masetto, Madre M. Christiane Gervais y Madre M. Paola Mancini que cubre también el servicio de Secretaria general. Sr. M. Rosalia Rossetti es nombrada ecónoma general.
S.E. el Cardenal Eduardo Francisco Pironio, Prefecto de la Sagrada Congregación para los Religiosos e Institutos seculares, en el saludo enviado a la nueva Superiora general, ha recordado la obra de la Madre Maestra, Madre M. Lucia Ricci, escribiendo: “Me es grato dirigir mi alabanza a la Superiora general saliente, la cual, siguiendo fielmente la voluntad del Fundador, ha guiado el Instituto desde los primeros años de vida con criterios de bondad, equilibrio y comprensión”.
El nuevo texto de las Constituciones y del Directorio, será reelaborado en los años sucesivos. La competente autoridad eclesiástica lo aprueba el 8 de diciembre de 1984, y el 4 de abril de 1985, jueves santo, es promulgado por la Superiora general Madre M. Tecla Molino.