Hna. M. Amata Antonini
Anita Carla Antonini, nacida el 13 de octubre de 1923 en Leggiuno, Italia, empapada por el vibrante trasfondo de Milán, una ciudad rica en historia y cultura. Su camino se desarrolló en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, donde una tragedia personal cambió el curso de su vida.
Las aspiraciones iniciales de Anita para una vida matrimonial tradicional se rompieron cuando su novio, llamado al servicio militar, murió en la guerra.
Desgarrada por el dolor, Anita se dirigió a lo divino, y ello la llevó a discernir una llamada diferente. El 16 de julio de 1945, bajo la mirada protectora de Nuestra Señora del Monte Carmelo, entró en el convento de las Hermanas Discípulas del Divino Maestro en Alba.
Su entrada marcó un período de agitación para la congregación, afrontando los desafíos de la muerte del Instituto. A pesar de las incertidumbres, Anita, ahora Hna. M. Amata, abrazó su vocación con todo su corazón. La congregación obtuvo la aprobación diocesana en 1947, y el 4 de abril de 1948, Hna. M. Amata hizo su profesión religiosa. Una vida dedicada al Divino Maestro culminó en su profesión perpetua el 4 de abril de 1953.
Pioniera, Formatrice e Leader:
La dedizione e la convinzione di Sr. M. Amata hanno spianato la strada per i suoi ruoli di formatrice e leader. Dal 1950 al 1957, ha guidato giovani donne nei loro anni formativi ad Alba e successivamente a Roma. Il suo approccio deciso ma amorevole ha lasciato un´impronta indelebile. Pioniera nell´istituzione di una comunità e di un Centro Apostolico Liturgico a Genova, ha mostrato le sue abilità di leadership.
Nel 1961, rispondendo a una chiamata missionaria, Sr. M. Amata si è avventurata a Mumbai. Il suo arrivo ha iniettato nuova energia nella Fondazione PDDM in India. Dotata di intelligenza, saggezza e creatività, ha abbracciato le sue responsabilità, promuovendo la crescita e l´espansione in tutto il paese.
Guía de nuestro destino:
La llegada de Hna. M. Amata marcó el inicio del noviciado en Mumbai, inaugurando un período de nuevas actividades apostólicas. Su profunda fe y confianza en Dios, unidas a una profunda vida de oración, la han guiado a través de los desafíos. Su colaboración con los superiores mayores y la adhesión al espíritu de la congregación han acelerado su progreso.
Un alma feliz:
Conocida por su sencillez y desapego de los bienes materiales, la Hna. M. Amata practicaba diligentemente la pobreza. Su confianza en la Divina Providencia y su ingenio se manifestaban en iniciativas creativas, como la confección de ropa para niños para generar ingresos para la congregación. Su alegría y humildad daban ejemplo a todos.
Una mujer de Perfección:
El papel de la Hna. M. Amada como maestra influyó en aquellos que estaban bajo su liderazgo. Su discernimiento al identificar talentos ocultos le ha permitido dirigir eficazmente a las hermanas en su apostolado.
Un episodio memorable mostró su enfoque único, convirtiendo un momento de desaliento en una lección de perdón y rectificación.
Una estrella…
Dotada de extraordinaria sensibilidad, la Hna. M. Amata se conectó profundamente con los demás. Las hermanas bajo su guía la recuerdan afectuosamente como una madre espiritual, que estaba a su lado en los momentos de duda y de lucha. Su vida encarnaba el auténtico discipulado.
Radiante del Amor de Dios:
Hna. M. Amata, como Maestra Novicia, encarnaba amor, cuidado y fe. Su sonrisa afectuosa reflejaba su profunda intimidad con lo Divino. Su fe inquebrantable, su humildad y su capacidad para afrontar los desafíos inspiraban a todos los que estaban a su alrededor. Las novicias compartían experiencias conmovedoras, destacando su compromiso, el espíritu visionario y el énfasis que ponía en los pequeños caminos hacia la santidad.
Una vida bien vivida:
El camino del Hna. M. Amata en India ocupó varios roles desde 1961 hasta 1993, incluyendo maestra de postulantes, maestra de novicias, superiora local, superiora regional, consejera regional y secretaria regional. De vuelta en Italia en 1993, continuó sirviendo hasta 2006, ofreciendo sus habilidades como recepcionista en la Casa General. A pesar de los sucesivos traslados, permaneció dedicada al apostolado a través de la oración y el sufrimiento.
Su último viaje comenzó el 29 de julio de 2021, una fecha coincidente con la memoria litúrgica de Santa Marta, María y Lázaro. El legado de Hna. M. Amata persiste como un alma noble, una pionera que ha contribuido incansablemente al crecimiento de la provincia India. Corazones agradecidos saludan su dedicación y compromiso al servicio divino.